miércoles, 30 de enero de 2013

La Fabulosa "AndreasChoice"



¿Cómo no quererla si me hace reír tanto? Además sus tutoriales son FABULOSOS. 

Locked Out of Heaven / Cap. 4



Después de la reunión con Super Junior volvimos a la oficina del edificio de “Kim Vision”. El hermano de Hyomin nos estaba esperando para rellenar papeles, luego nos mandó a unos tres lugares más para hacer el mismo contrato que hicimos con Super Junior, solo que estas eran empresas telefónicas, programas de televisión y hasta un drama. La empresa de Hyomin debía ganar dinero a lo loco.

Volvimos a la oficina a eso de las seis de la tarde y Sunwoo nos esperaba en nuestra oficina. Veníamos agotadas, ojalá que al amoroso de Sunwoo no le se ocurra mandarnos a otro lugar a hacer negocios, estábamos demasiado cansadas.

- Bueno necesito dejar unas cuantas cosas claras – dijo Sunwoo sentándose en la mesa del escritorio de Hyomin.

- ¿No no mandarás a otra misión o sí? – le pregunté tirándome en el sillón junto a Hyomin que yacía en calidad de bulto.

- No – me dijo cortante. Este tipo era un desagradable, ¿Dónde estaba lo gracioso que había dicho Hyomin? – Tendrán tres proyectos de publicidad a cargo. El de el programa de televisión, la empresa telefónica y el grupo de chicos que cantan y bailan…

- ¿Super Junior? – preguntó de pronto Hyomin que al escuchar que nos haríamos cargo de la publicidad de grupo se levantó en un segundo del sillón.

- ¿Te gustan? Bueno no me sorprendería, son bastante populares aquí, todas las niñas andan vueltas locas por ellos. Es una gran inversión trabajar con ellos.

- No, solo quería saber si ese era el grupo al cual te referías… - dijo Hyomin sentándose de nuevo y tratando de relajarse un poco.

- Pues sí, así que ustedes estarán encargadas de lo que respecta a las actividades publicitaria del grupo.

Nada que decir.

Ya en el departamento. Hyomin soltó toda su ira. De que como es que Siwon apareció hoy, como es que la observó toda la reunión casi sin pestañar, como es que ahora quizás lo tuviera que ver aunque sea una vez a la semana, como es que iba a seguir diciendo que su nombre es SuJin. ¿Cómo fue que esto le pasó a ella?

- Siwon se me acercó al final de la reunión – le dije casi en un murmullo mientras me servía un poco de cereal con yogurt. – Me preguntó por ti…

- ¿Qué le dijiste? ¿Se dio cuenta de que era yo? Me preguntó llegando en un salto al mesón de la cocina donde estaba yo.

- Casi, lo que pasa es que me preguntó si acaso te llamabas Hyomin, seguramente lo sospechó durante toda la reunión – comenté mientras mentía a mi boca un cucharada bien cargada de cereal y yogurt – Pero yo le dije que no, que tu nombre era Sujin y que yo te conocía desde la escuela y estuviste casi toda tu vida en Nueva York, que era imposible que te conociera.

- ¿Y que te dijo?

- Que lo disculpara por la confusión y luego se fue –le dije yendo al sillón para ver un poco de televisión.

- Omo, ¿qué voy a hacer? – dijo tirándose en la alfombra del living.

- No hables en coreano cuando estés conmigo – le dije tirándole un cojín – ya es suficiente hablarlo todo el día…

- Tienes razón

Después de ver el noticiario Hyomin dijo que se iba a dormir, así que yo me quedé mirando televisión. De pronto mi teléfono suena y sin siquiera mirar la pantalla, contesté.

- ¿Hola? – pregunté aún mirando la televisión.

- ¿Estás disponible? – me preguntaron en coreano desde el otro lado del teléfono. Estúpida, era Kyuhyun. ¿Qué hora es? Miré la hora en mi celular, las siete con cinco minutos.

- No – le dije cortante. No quería verlo.

- ¿Qué haces? – me preguntó con un tono más simpático.

- Nada que te interese – si supiera que estaba tapada con una manta y comiendo cereal frente al televisor.

- Estás viendo televisión, hasta acá se escucha – me dijo en tono burlón. ¿Qué tenía oído supersónico?

- ¿Y?

- De verdad necesito hablar contigo

- ¿No puede ser otro día?

- ¿Quieres que le diga a Siwon que tu amiga se llama en realidad Hyomin? – Atrapada. Totalmente atrapada, me descubrió y no tenía como negar nada.

- Está bien

- Te paso a buscar, dame tu dirección – dijo volviendo a su tono simpático. Bueno al menos pasaría por mí. No tenía idea de cómo moverme el Seúl.

- Espera – le dije mientras iba a mirar la dirección del departamento que estaba pegada en el refrigerador – Tengo un problema …

- ¿Qué es?

- Es que la dirección está escrita en coreano y no sé leer muy bien coreano

- Envíamela en un foto

- Está bien – le dije mientras le sacaba la foto con mi celular al papel y se la enviaba de inmediato en un mensaje – Ya le envié

- Si, si ya me llegó, no es muy lejos de donde estoy, creo que estaré ahí en una media hora, debo llegar a casa primero.

- ¿Media hora entonces? – le pregunté mientras iba a mi habitación para sacarme el piyama.

- En media hora paso por ti – colgó el teléfono.

Busqué rápidamente algo para ponerme, unos pitillos azul marino, un camisa de jeans, ballerinas azules y un abrigo gris. Me solté el tomate que tenía en el cabello, me lavé los dientes, me puse un poco de BB cream, mascara de pestañas y mi perfume favorito Miss Dior.

Como estuve lista tan rápido me quedo tiempo para mirar televisión un rato más y revisar que Hyomin siguiera durmiendo. Kyuhyun me llamó al rato diciéndome que me esperaba afuera.

Bajé y lo ví esperándome en un sillón de la recepción. Se veía más relajado, me gustaba como se vestía, llevaba una camisa a cuadros con un chaleco encima, jeans y zapatillas.

- ¿Estás lista? – me preguntó sin siquiera hacer el saludo típico.

- Si – le dije algo confundida - ¿Dónde vamos?

- A un café cerca de aquí – me dijo empujándome por la espalda con su mano.

Al encontrar su auto me abrió la puerta y luego subió.

- ¿Hace cuanto que están en la ciudad? – me preguntó mientras manejaba tranquilo.

- Hace como dos días – le contesté mientras miraba por la ventana el centro de la ciudad.

- ¿Aún no sabes moverte en la ciudad?

- No, no tengo idea. Ni siquiera sé donde hay un cajero ni un supermercado…

- Con el tiempo aprenderás, ¿Planean quedarse mucho tiempo en Seúl? – me preguntó buscando mi mirada.

- No lo sé, depende de lo que diga Hyomin, yo vine por ella – le dije observando sus manos al volante.

- Así que se llama Hyomin… - me dijo con una sonrisa. Me quedé callada ¿Qué le iba a responder? – No te preocupes, me cuentas todo cuando lleguemos al café.

Llegamos al café, era acogedor y no tan grande. Nos sentamos en una mesa cerca de una ventana y eventualmente le conté todo lo de Hyomin y Siwon, y de porqué en la mañana paso lo que pasó.

- Bueno, yo también tengo algo que decirte – me dijo tomando un sorbo de su café – Siwon si recuerda a Hyomin y más de lo que ustedes esperan que lo haga.

- ¿Qué significa eso? – le pregunté con mi boca llena de panqueques, lo que provocó una risita de su parte.

- Siwon siempre la recuerda, siempre. Tiene una foto de cuando eran pequeños guardada en su billetera, siempre ha querido buscarla, pero no ha encontrada de ella acá en Seúl, nunca supo que pasó con ella después de que se fue de la escuela. Cuando nos conocimos habló de ella y de lo mucho que esperaba encontrarla de nuevo y ver como estaba.

- Si Hyomin supiera esto se hace pipí – le dije sonriendo. El soltó una carcajada.

- Debes convencer a Hyomin de que le diga la verdad a Siwon, él no se va a interesar en otra chica que no sea Hyomin, una vez dijo que si la veía de nuevo no la iba a dejar escapar.

- No creo que quiera decirlo, pero trataré de convencerla – le dije sonriendo.

- Tus ojos son lindos – me dijo tomando otro sorbo de café - ¿Son azules cierto?

- Si, son azules – le dije un tanto avergonzada. Un observador…bueno yo soy igual.

- Tienes un lindo rostro, ¿no eres modelo ni nada? – dijo secándose la boca con la servilleta.

- ¿Es una broma?

- No, lo digo en serio. Es decir, tienes pómulos altos, linda sonrisa, lindos ojos y piel perfecta…

- Ya basta, se terminó el tema. No soy modelo ni nada por el estilo – le dije cortante

- Está bien, está bien… te irritas rápido – me dijo sonriendo.

- Me imagino que tu también, tienes un carácter muy desagradable a veces…- le dije riéndome.

- Hey! Yo iba a decir que me caías bien – me dijo algo enojado.

- A mí me caes bien, pero eso no quita que tengas un carácter pesado.

Conversamos un rato más sobre algunas cosas que teníamos en común, le gustaba la música que a mí me gustaba, excepto Bruno Mars, dijo que nunca lo había escuchado. ¿En qué mundo vivía y como había sobrevivido así? Habían palabras que no conocía y él me decía su significado.

A eso de las diez, le pedí a Kyuhyun que me llevara a casa, la hora me nos había pasado volando, conversamos de muchas cosas, era un chico simpático después de todo.

- Gracias, por todo – le dije en la recepción – Espero que Hyomin se anime a decirle la verdad a Siwon.

- Espero lo mismo – me dijo sonriendo. Había un silencio incómodo, no sabía si subir o esperar a que él se despidiera y después subir – Si surge algo me puedes llamar.

- Claro, lo mismo para ti – le dije sonriendo. – La pasé bien, gracias por todo.

- No era una cita – me dijo serio-

- Dios, eres un imbécil – le dije tapándome la cara con una mano – Solo te dije que la había pasado bien, no significa que fue una cita ni nada. ¿Qué no tienes amigas?

- La verdad es que no, pero no viene al caso – me dijo rascándose la cabeza

- Como sea, buenas noches – le dije dándome la vuelta

- Buenas noches - me dijo soltando una pequeña carcajada y dando la vuelta para irse.

lunes, 28 de enero de 2013

Locked Out of Heaven / Cap. 3



-  Oh Dios mio – fue lo único que pude decir. 

Muy bien, lo único que faltaba es que justo el día más importante en la vida profesional de Hyomin aparecía el único chico que lograba hacerla doblar las piernas, tartamudear y quitarle la voz a la vez. Hyomin debió haberse portado muy mal en su vida pasada.

- ¿Qué hago? – me preguntó en un murmullo casi inaudible. No sabía que decirle, la verdad es nunca me había gustado tanto un chico, mucho menos desde hace 14 años. Siwon y Hyomin asistían a la misma escuela cuando era niños, Hyomin era una nerd total siempre estaba leyendo libros y tampoco era muy agraciada, sus papás tampoco hacían mucho por ayudarla con ese corte de cabello tipo “Mowgli” del Libro de la Selva que le hacían. Era un encanto….El punto es que Siwon siempre le pedía ayuda para tareas y ella se ponía tan nerviosa que cuando le explicaba la tarea tartamudeaba hasta llegar a su casa. Cuando Hyomin tenía quince años se mudó a Nueva York a la casa de su tía para seguir con la secundaria y entrar a la Universidad de Nueva York, donde yo la conocí. Ahí me contó sobre este tal Siwon, la verdad es que nunca lo vimos hasta nuestro tercer viaje a Corea, y sí que lo vimos, porque una pantalla gigante en centro de Gangnam mostraba al gran Choi Siwon en todo su esplendor. Desde ahí supimos que aún existía, y que la leyenda que decía que era apuesto era la pura y santa verdad.

- Debes calmarte, respira profundo – le dije respirando con ella grandes bocanadas de aire – No es tan lindo…

- Tu no lo viste – me dijo siguiendo con el ejercicio de respiración.

- Tienes razón, pero tú también estás hecha una diosa desde la última vez que lo viste, es decir, ¿Qué edad tenias? ¿15?

- Sí, 15 – continuó con respirando como una asmática.

- Ahora tenemos 24 años, somos las diosas de Nueva York, los hombres se peleaban por salir en una cita contigo, te sacaron los frenillos, era alta, delgada, elegante, ahora eres una gran empresaria…No tienes porqué intimidarte con un hombre así. – le dije con voz decidida.

- Tienes razón – me dijo un poco más calmada – Debo terminar con esto – exclamó poniéndose derecha y arreglándose el cabello – Pero no diré que soy yo, dime SuJin.

- Como sea, entra ya… - le dije tomándola de los hombros para que entrara de una vez, si lo pensaba más era muy probable que se arrepintiera y saliera corriendo.

Entramos las dos liderando a los ejecutivos, apenas sintieron nuestros pasos el grupo de personas que se encontraba reunido se dio la vuelta para mirarnos de pies a cabeza. Eran unas 12 personas, todas hombres, distinguí enseguida a Siwon, era alto y distinguido, pero mi mirada se fue enseguida al chico que estaba a su lado, lo había visto antes pero no sabía dónde. ¿Dónde fue? ¿Donde había visto a ese chico antes?

Básicamente la reunión se trataba de como la empresa de Hyomin le haría publicidad a estos chicos que estaban en un grupo llamado Super Junior, en el que estaba Siwon. Papeleo, papeleo y más papeleo.

Al salir de la reunión Siwon no dejaba de mirar Hyomin. Sospechoso, lo sé.

Hyomin salió de la sala disparada, los ejecutivos la siguieron un poco más tranquilos, yo me demore un poco por ordenar los papeles que había dejado Hyomin en la gran mesa. De pronto se me acercó aquel chico que se me hacía conocido. Seguramente nos habíamos visto antes…

- Hola, mi nombre es Cho Kyuhyun, un placer conocerla – me dijo con un XX. Me tomó unos segundos darme cuenta que el esperaba mi XX.

- Hola, soy Miranda Carvalho, un gusto también.

- Me acerqué porque te vi antes en Grecia, en Atenas específicamente, te ayudé a recoger unas fotos instantáneas que se cayeron de tu bolso – comenzó a decirme con sus manos en su espalda – Solo quería saber si era tú.

- Ahora que lo mencionas si, era yo – le dije sorprendida. Sabía que lo había visto en algún lugar – Sabía que te había visto antes…

- Si, a mi también, por eso me acerqué, para así asegurarme de que eras tú – me dijo sonriendo y poniendo una de sus manos en un bolsillo de jeans.

- ¿Y qué hacías en Atenas solo? – le pregunté con curiosidad, supuse que como estaba en el grupo de cantantes podría haber viajado con ellos.

- No estaba solo, viaje con dos amigos del grupo – me indicó mirando a sus espaldas, donde aún sus compañeros bromeaban o conversaban tranquilamente – Tú andabas sola, ¿O no?

- Si, viajé sola. Quería saber como se sentía viajar sola. Siempre viajo con Hyomin, ella ha traído a Corea varías veces..

- ¿Quién es Hyomin? – me preguntó con confusión

- La chica alta, ya que presentó casi todo – le dije como si fuera lo más obvio.

- Pero ella dijo que su nombre era Sujin – me respondió de forma rápida, como si supiera que estaba escondiendo algo.

- Ah, si…se llama SuJin… – Dios, que he hecho. Gracias a la luz que ilumina mis mañanas cada día que se acercaron otros dos chicos a la conversación. Kyuhyun me miró con cara dudosa y algo enojado. Supe que se había dado cuenta de error. Ups.

- Hola, mi nombre es Lee Donghae – me dijo sonriente. Era bastante apuesto. Me gustó su sonrisa y además tenía toda la facha de ser un galán.

- Hola, un gusto – le dije esta vez sin olvidar lo de la reverencia

- Hola mi nombre es Choi Siwon, muchas gracias por venir aquí hoy – Oh Dios Mío, Oh Dios Mío. Siwon estaba ahí ¿Cómo fue que no me di cuenta que se acercó? Soy una estúpida.

- Hola – le dije poniendo mi mano en mi cintura y apoyándome en la mesa. Estaba demasiado nerviosa. Tendría que aprender a cuidar mis palabras.

- ¿Cómo te llamas? – me preguntó el apuesto chico. Estúpida yo, olvidé presentarme y hacer la reverencia.

- Miranda Carvalho – les dije con una sonrisa. Kyuhyun se cruzó de brazos observándome de pies a cabeza, creo que estaba esperando a que dijera algo mal de nuevo para refregármelo en la cara.

- Disculpa Miranda, te quería preguntar algo – me dijo Siwon acercándose un paso más hacia mí. Miré a los dos otros chicos que me observaban, Kyuhyun seguía igual, incluso su mirada se veía desafiante; Donghae parecía un poco molesto.

- Sí, dime – le dije con una sonrisa. Ojalá no me pregunte nada de Hyomin.

- Quería saber el nombre de tu amiga era Hyomin, no recuerdo muy bien cuando se presentó – me dijo con cara amable. – Es que se parece a una amiga que tenía cuando era niño, me preguntaba si era ella la que ….

- No, no lo creo – le dije sonriendo, Kyuhyun me miró con ojos sorprendidos. Pum, estaba frita. Le dirigí una mirada rápida como para que me siguiera la corriente. Rogaba que lo hiciera – Se llama SuJin, la conozco desde pequeña fuimos a la escuela juntas y luego a la universidad en Nueva York, solo viene esporádicamente a Corea a visitar a su padre.

- Ah, bueno si es así lamento la confusión, discúlpame – me dijo Siwon con un sonrisa triste y una reverencia.

- Ya nos vamos – gritó un el manager atrás haciéndole una señal a los chicos para salir de la sala de juntas.

- Un gusto conocerte, espero vernos pronto de nuevo – me dijo Siwon retirándose.

- Siento no haber compartido palabras contigo, espero con ansias verte de nuevo – me dijo Donghae tomando mi mano mientras me miraba a los ojos, luego hizo una reverencia y se fue. ¿Qué se cree ese chico? Dios.

- Dame tu teléfono, quiero hablar contigo – me dijo Kyuhyun cortante mientras sacaba su celular.

- ¿Para qué? – le pregunté haciéndome la desentendida.

- Sabes para que – me dijo alzando la mano en espera de algo, ¿quería mi celular?

- ¿Quieres mi teléfono? ¿Literalmente? – le pregunté sorprendida. Esto se ponía raro.

- Me aseguraré de que no me des un número equivocado - me dijo arrancándome el teléfono de las manos y llamando a su celular. – Listo. ¿Estás desocupada después de las 7?

- No lo sé – le respondí recibiendo mi celular.

- Te llamaré a esa hora, si no estás disponible te esperaré – me dijo guardando su celular y caminando hacia la puerta detrás de mi.

- ¿Y si no puedo hoy? – le pregunté desafiante, mientras él me abría la pesada puerta de la sala. Algo que tuviera de caballero por lo menos.

- Esperaré hasta que estés disponible – me dijo serio.

Ahora sí que metí la pata.

miércoles, 23 de enero de 2013

Locked Out of Heaven / Cap. 2




Bajamos del avión tambaleándonos. Creo que viajar 14 horas y después ponerse tacos no fue una buena idea. Buscamos el nombre de Hyomin en algún cartel. Genial, todos en coreano. Se me había olvidado ese pequeño detalle. Solo debía recordar lo que Hyo me enseño hace años, rayitas hacia arriba, arbolitos, círculos, cuadrados y serpientes. Diablos no voy a llegar a ninguna parte con ese alfabeto.

Cuando nos subimos al auto, Hyomin indicó la dirección del departamento en el que nos quedaríamos.

- ¿Cuando veremos a tu padre?

- Yo creo que después de que nos bañemos o algo – me dijo Hyomin – Apestas.

- Cállate, ¿Tu hermano es lindo?

- ¿Por qué preguntas? . me preguntó mientras habría un paquete de chicles. Lo necesitábamos.

- Para bañarme, si no es lindo voy sucia y con mal aliento – le dije quitándole un chicle.

- Obviamente es lindo, porque es mi hermano, pero es bastante serio, puede ser gracioso cuando quiere, pero tiene un novia que lo controla demasiado

- ¿Debo odiar a la novia? – le pregunté mientras buscaba un espejo en mi cartera.

- Exacto, la odiamos – dijo tajante Hyomin mientras sacaba un lápiz labial de su cartera.

- Entendido, mi capitán

- Dame eso – me dijo quitándome el espejo

- Después me prestas tu lápiz labial – sentencié

- Si, si …-murmuró mientras intentaba pintarse los labios en el taxi.

Finalmente llegamos al departamento, nos bañamos y nos pusimos ropa limpia para ir a la casa de los padres de Hyomin, ellos vivían en una casa tradicional coreana en el sector de Samcheong. Ya había estado en la casa antes porque durante nuestros años de universidad Hyomin me había invitado unas cuatro veces a Corea, así tuve la oportunidad de conocer más de la cultura y del idioma. Sus padres nos recibieron con los brazos abiertos, tenían Kimchi y sopa de mariscos para cenar. Debo decir que lo que más amo de Corea es el Kimchi, no hay nada que se le compare.

La cena transcurrió en total normalidad, los padres de Hyomin me trataban como una hija, me sentía realmente acogida en la familia de Hyomin. De pronto sentimos la puerta abrirse, un hombre de cabello negro bien peinado, alto y bastante atractivo entró al living.

- Siento llegar tarde, padre tuve un retraso con un socio – dijo el hombre saludando con una profunda reverencia.

- Pasa por favor siéntate con nosotros – dijo el padre invitándolo a sentarse de forma relajada y bastante informal, muy contrario a como lo saludo el hombre.

- Es mi hermano, SunWoo – me avisó Hyomin en un susurro bastante poco entendible porque tenía la boca llena de kimchi.

- Ella es la amiga de Hyomin, de la que siempre te hablábamos, Miranda Caravalho –dijo la madre de Hyomin presentándome. Solo atiné a sonreírle sutilmente e inclinar un poco mi cabeza. Él hizo lo mismo, nada especial.

- Bueno Miranda y yo no queremos ser descorteces, pero debemos ir a desempacar nuestras cosas y descansar un poco, fue un largo viaje – dijo Hyomin dándome una patada por lo bajo de la mesa, supuse que debía pararme.

- Tienen razón, vayan a descansar – dijo la madre de Hyomin levantándose ella también de la mesa – Las acompaño a la puerta niñas.

- Recuerda que mañana deben presentarse en la oficina – dijo la voz de Sunwoo cortante.

- ¿Mañana? – preguntamos Hyomin y yo a la vez.

- Si, necesito que se ocupen de algunos asuntos mañana por la mañana – crucé una mirada con Sunwoo, que agachó la mirada enseguida.

- Está bien, está bien – dijo Hyomin dándose por vencida y poniéndose el abrigo y los zapatos, yo la imite e hice lo mismo.

- ¿Mañana a las 9 en la oficina? – preguntó Hyomin a su hermano, que asintió con la cabeza.

Nos despedimos de todos con las reverencias que siempre se me olvidaban, Hyo siempre tenía que estar dándome codazos para que las hiciera. Tomamos un taxi al departamento para terminar de ordenar y acostarnos a dormir de una vez por todas.

………………………

Eran las ocho y media de la mañana y ya estábamos listas para partir a la oficina. Hyomin se puso una camisa blanca y una falda lápiz a la cintura color azul marino, sus zapatos de la suerte no podían faltar, color beige de ShoeMint, se veía espectacular con su cabello negro lleno de ondas suaves y voluminosas que contrastaban con sus suaves facciones. Yo me decidí por unos pantalones negros pitillos al tobillo, unos stilettos negros, un chaleco de cachemira de color turquesa manga tres cuartos y un moño de bailarina.

Ya en el taxi camino a la oficina pude notar el nerviosismo de Hyomin, sabía que este momento era importante para ella, nunca había tenido tanta responsabilidad en sus manos, ya que su trabajo anterior consistía básicamente en lo que era papeleo legal, confirmar algunos datos y más que nada hablar con los clientes cuando los tratos estaban cerrados; no es que menosprecie su trabajo ni nada, de hecho era muy buena en lo que hacía, por eso trabajaba para una de las empresas más importantes de publicidad en Nueva York y ganaba el ostentoso sueldo que ganaba. Pero esto era aún más grande, no solo porque iba a ser, junto a su hermano, la cara visible de la empresa de publicidad “Kim Vision”, si no porque era la empresa de su padre y ésta tenía un prestigio muy grande en Corea del Sur y el resto de hacia. Debía apoyarla y guiarla al cien por ciento.

- ¿Ya llegamos?- le pregunté cuando paramos en un gran edificio que recitaba “Kim Vision”.

- Si – suspiró Hyo bajando del taxi después de mi.

- Dijiste que era una oficina – le dije totalmente abrumada por el tamaño del edificio.

- Bueno nosotras no vamos a trabajar en todo el edificio, tendremos solo una oficina – me dijo como si fuera lo más obvio – Eres tan tonta a veces, no sé cómo es que aún no te haces pipí en tus pantalones.

- Es que ya aprendí a salir de casa sin usar pañales, pero siempre llevo una en la cartera – le dije siguiéndole el juego. Sabía que si conversábamos como siempre lo hacíamos sus nervios se iban a calmar.

Llegamos a la oficina donde Sunwoo nos estaba esperando de pie junto a la puerta.

- Siempre tan puntual, hermanito – le dijo Hyo a Sunwoo entrando a la oficina con un aire de grandeza.

- Siempre tan inoportuna, hermanita – le respondió éste con una sonrisa en la comisura de sus labios. OK, no lo había visto sonreír nunca, y no puedo evitar que ese gesto fue lo más sexy que había visto hasta ahora en un hombre coreano. Sentí como si hubiera visto a los Backstreet Boys cuando tenía nueve años. Solo que sentía una atracción más madura.

- ¿Qué debemos hacer? – le preguntó de vuelta Hyomin

- Deben ir con unos ejecutivos a ésta dirección - dijo Sunwoo dándole una tarjeta con algo escrito a Hyomin – Debes ubicar a Kim Jung Hoon, preguntarle cuales son los servicios que necesita de nosotros, por cuanto tiempo los necesita y darle el precio final.

- ¿Y si no lo acepta? – pregunté yo caminando hacia Hyomin.

- Lo aceptará, porque llevamos años trabajando con esta empresa y siempre hemos tenido buena relación con ellos.

- Está bien, vamos ahora – le respondí con una sonrisa y tomando a Hyomin por el brazo para salir de la habitación.

Salimos volando de ahí, unos ejecutivos nos esperaban en la entrada del edificio, nos explicaron que básicamente ellos harían todo el trabajo pesado, nosotras solamente tendríamos que ser la cara visible del trato, con el tiempo vendría la parte más complicada.

Llegamos a un edificio que en lo alto recitaba “S.M Entertainment” , subimos al décimo piso donde entramos a algo así como una sala de espera donde unas grandes puertas daban paso a la sala de reuniones cuyas puertas se encontraban cerradas, pero aún así se podían sentir los murmullos de los que se encontraban dentro.

- ¿Todo listo? – preguntó Hyomin a cada uno de los empleados que estaban con nosotras. Todos asintieron con la cabeza.

- Muy bien, entra tú primero – le dije empujándola suavemente hacia la puerta.

- ¿Qué? No, no, no, tú primero – me reprochó Hyomin tomándome del brazo para dejarme enfrente de la puerta.

- Con todo respeto, señorita… – interrumpió el contador que venía con nosotras - …usted es la hija del presidente. – Hyomin se arregló el cabello y soltó un suspiro, yo asentí con la cabeza en señal de “él sabe lo que dice… ”.

- Tienes razón – dijo abriendo la puerta muy despacio y levantando la cabeza. Solo dio un paso y quedó blanca como un papel. Retrocedió y cerró la puerta rápidamente.

- ¡¿Qué paso?! – le pregunté al ver su cara. No la veía así desde que se cayó en nuestra graduación.

- “Él” está allí adentro - susurró con la espalda pegada a la puerta.

- ¿Quién es “Él”, Hyomin? Por favor, no seas infantil – le dije al ver como los ejecutivos nos observaban con curiosidad.

- Siwon está ahí – me dijo casi sin aliento.

- Oh Dios Mío – fue lo único que pude decir.



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lunes, 21 de enero de 2013

Locked Out of Heaven / Cap. 1


De vuelta en Nueva York, no sabía si sentir alivio o tristeza. Mis vacaciones en Grecia habían sido espectaculares, realmente la había pasado muy bien. Además era la primera vez que me iba de vacaciones sola, lo que me daba más libertad pero también me hacía más vulnerable, aunque la verdad era que agradaba esa sensación de estar sin nadie que te preguntara por qué o a quien preguntarle, sentí que el mundo me pertenecía.
Ahora que estaba de nuevo en la ciudad me sentí aliviada al estar en mi casa de nuevo. Lo primero que hice al llegar a mi departamento fue llamar a Hyomin, mi mejor amiga que vivía a unas 5 cuadras de mi departamento.

-       ¿Ya llegaste? – me preguntó casi en susurro.
-      Sí, estoy en mi casa voy desempacar ahora, ¿Dónde estás?
-          En una reunión, iré tan pronto como pueda, tengo que contarte algo muy importante.
-          ¿Qué es?
-          Es muy largo como para contarlo por teléfono…
-          Pero dame una idea – le supliqué
-          No seas impaciente, imbécil – dijo saliendo del susurro a un tono de voz más elevado.
-          Te descubrieron jaja, adiós – sabía que era muy fácil sacarla de quicio.
-          Te odio, adiós.

Desempaqué mi ropa y la puse a lavar enseguida, no soportaba tener ropa sucia acumulada. Me bañe y mientras secaba mi cabello me dispuse a ver televisión, haciendo zapping me encontré con el desfile de Victoria’s Secret y el número de Bruno Mars. Dios, como amo a ese hombre.

En fin, no paso mucho tiempo antes de que mi timbre sonara, me apresuré a apretar el botón del citófono.
-          ¿Sí? – pregunté para ver quién era
-          My precious….. – dijo una voz parecida a la Golum del otro lado del citófino.
-          Pasa – le dije apretando el botón para abrir la puerta, era Hyomin.

Entró y nos saludamos con una gran abrazo, llevábamos unas dos semanas sin vernos desde que me fui a Grecia, asi que me puso al día con lo que había pasado en el trabajo y me contó de sus últimas citas con algunos chicos lindos.

-          Ahora dime que es lo que tenías que decir – le dije mientras preparaba unos jugos de piña y sacaba las palomitas del microondas.
-          No es importante… podemos hablarlo después – me dijo tratando de evitar el tema mientras se sacaba sus zapatos y su chaqueta y se tiraba en mi cama a mirar televisión.
-          Dímelo ahora o me quedo con tus zapatos – eran sus favoritos, no se podía negar.
-          Está bien – dijo soltando un suspiro – La cosa es que…bueno, lo que pasa es que mi papá dijo que se quiere retirar y dejarnos la empresa a mi hermano y a mí. Obviamente mi hermano se haría cargo de casi todo porque él tiene mucha más experiencia que yo, es decir, HOLA mi hermano tiene 35 y yo 24 es obvio que él debía tomar las riendas de todo…
-          Ya entonces, ¿Eso significa que tienes que irte a vivir a Corea? – pregunté tranquila, ya que veía que en cualquier momento Hyomin se ponía a gritar de la histeria.
-          Sí, pero no puedo hacerlo sola, debes venir conmigo, es demasiada carga para mí, no podría…
-          Pero Hyo tu padre quiere que tú te hagas cargo, no puedo ir yo y decirle a tu padre que yo también voy a estar metida en su negocio, es decir, sé que tu papá me aprecia mucho, pero aún así creo que sería demasía…
-          Es que ya dijo que sí – exclamó Hyomin interrumpiendome de pronto.
-          ¿Qué? ¿Cómo que ya dijo que si? Hyomin …
-          Es que le dije que yo no iba a poder sola y necesitaba ayuda de alguien que conociera…
-          ¿Y tu hermano?
-          Mi hermano se va a preocupar de los peces gordos, no creo que tenga tiempo para que yo le consulte mis dudas.
-          ¿Entonces?...- pregunté esperando que me dieran alguna otra respuesta que no involucrara irnos a vivir a Corea.
-          Solo debes decir que sí…. POR FAVOR MIRANDA – dijo bajando de la cama – te lo pido de rodillas, por favor, por favor, por favor, por favor…
-          ¡Ya basta! – exclamé tratando de calmarla – Párate, demente.
-          ¿Qué dices? – me preguntó con la manos juntas como si me estuviera rezando un Ave María.
-           Está bien, supongo que será divertido probar otra cosa.
Esa fue mi sentencia, supuse que tendría que comprar una maleta más grande ahora.


jueves, 23 de junio de 2011

Las horas

Bueno, no sé si es bueno introducirlos al mundo donde mi imaginación flota y viaja a lugares exóticos o ciudades  en las cuales conozco a personas que me son fieles como amigos y me hacen vivir una maravillosa y exitosa vida. Siendo por siempre joven.

La verdad es que me ha costado demasiado decidirme por hacer este blog, horas de mi día desgastadas para encontrar un nombre que me identificara a mi y a lo que escribo, y no es porque no tenga claro el tipo de cosas que escribo (porque soy una persona demasiado fantasiosa), al final me decidí por una frase cliché que leí en un libro de biología, "It doesn't happen often", mis historias y las cosas en las que pienso son situaciones que no pasan muy a menudo.

La inspiración que busco trata de ser fresca y no monótona, para así sorprenderme a mi misma y la gente que lee mis "cosas", como las llamo yo. La verdad es que hay momentos en que los me frustro por no poder darle una continuación decente y no lo suficientemente aterrizada para seguir con mi idea principal. Me tiro en la cama con un dolor de espalda horroroso y en una tarde nublada asomándose por la ventana de los cielos de Punta Arenas, la ciudad chilena más austral del mundo, busco mi antifaz para dormir y me pongo mis audífonos. Rock Indie, clásicos de los ochenta, Kpop, instrumentales de series y películas son los que generalmente logran que vea la luz y pueda seguir con mi idea. La vista desde mi ventana en la noche da de lleno a las luces de las principales avenidas de la ciudad, siendo éste mi propio espectáculo de luces neones.

Mi cabeza es así, mis dedos transcriben así. Yo soy así.

Espero que mis historias y mis actualizaciones sean del agrado de ustedes. :)

XOXO Valentina.-